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ENERO 2022

AQUÍ ESTOY. YO SOY. PRESENTE!
Desde el día 3 de septiembre del 2021 circula un texto de denuncia, firmado por Elizabeth Serratos García, compañera de vida que partió de casa antier diciéndome a modo de despedida: "Cayo te amo, perdóname" y a quien guardo profunda gratitud, amor, respeto y admiración.
Por única vez públicamente expreso, ante quienes hermanados hemos vivido cruciales momentos de victorias, tristezas y reveses en la lucha por la transformación social de México y han preguntado con sincera preocupación e incertidumbre al respecto. La cosmovisión que asumo determina que jamás ventile asuntos de mi vida personal familiar en las redes sociales ni en conciliábulos de pasillo. No me interesa en modo alguno obtener cualquier tipo de victoria mediática a costa del decoro y dignidad de la gente que constituye mi núcleo familiar, haga lo que haga ese núcleo hacia mí. Esta es la razón por la cual la vez que mi hija realizó similar acción, guardé total silencio y observé. Hay derrotas que saben a miel y victorias que saben a hiel.
Soy un Ser humano finito, de paso sólo un tiempo por el mundo y algún día inesperado habré de volver al origen que es la misma Vida pero sin mi vida. Ser humano que en su propio devenir es quien es por lo que ha sido antes. Yo no escogí mi propia historia sino hasta que tuve la consciencia despierta y la edad precisa; me he hundido en el abismo infinidad de veces y tantas otras he aprendido a levantarme, soy falible. Ser humano que crecido en la fría oscurana de infantil orfandad y sorteando sus propias aflicciones físicas ha sabido reconocerse en el dolor de los más desamparados y se ha jugado la suerte con ellos, acompañando no solo con su canto, el esperanzado canto vital general.
Voy sin disfraz por la vida y quienes me conocen, así tal cual me conocen, no han estado ante un impostor o simulador, sino ante un caminante modelado por sus propias causas, circunstancias y contradicciones. Soy un Ser humano que asume las consecuencias y respondo únicamente de de mis pensamientos, emociones, palabras, sentimientos y acciones, de los de nadie más. No necesito demostrar ante “la opinión pública” anónima y amorfa, mi inocencia o responsabilidad en tal o cual lugar y tiempo. Existen las instancias correspondientes donde ciertas afirmaciones pueden y deben ser probadas para los efectos necesarios.
No escribo para propiciar un debate con "las buenas consciencias" ni con ciertos “revolucionarios de Facebook”, siempre tan entusiastas en adherirse declarativa y oportunistamente a todas las causas, colectivas o personales, habidas y por haber, pero carentes de militancia en alguna de ellas y cuya estridente indignación jamás se traduce en apoyo concreto, efectivo, material y oportuno hacia las víctimas con las que dicen solidarizarse. Ni escribo para dar pauta a quienes vibrando bajo se solazan en las vicisitudes de la vida ajena porque no se atreven a mirar al espejo de su realidad personal y resolver de una vez por todas su propia encrucijada existencial.
Aquí voy compañeros, sin mentiras, flagelaciones, ni simulaciones; afirmado en el amor a la vida más que nunca; dispuesto a resarcir lo que sea necesario ante quienes tenga que ser sin necesidad de anunciarlo o publicitarlo; equivocándome y aprendiendo para encarar la vida en tiempo presente, aquí y ahora; persiguiendo sueños y anhelos posibles individuales y colectivos; sosteniendo ideales sin cambiar bandera según la ocasión; estudiando seriamente para poner experiencia de vida y lucha, como formación filosófica, al servicio de quién pudiera ser útil por intermedio de la terapia holística. Avanzando en la búsqueda legítima de mi propia luz y realización.
A Yarahí,mi hija; a Elizabeth, quien fuera mi compañera de vida; a mis hermanos del FPDT y de la CNTE; a los compañeros de ideales que eficaz y modestamente actúan por transformar las estructuras económicas, políticas y sociales capitalistas en un mundo mejor, mas digno de ser vivido; a los muertos que nutren y acicatean mis pasos; a quienes me han brindado la generosidad de su Amor en el pasado o presente, que correspondo a plenitud; ofrendo el compromiso que con mi vida sabré honrar nuestra propia humanidad y coincidir, pudiendo verles de frente y a los ojos en todo momento.
Como me amo y me enseñó Walt Whitman desde su "Canto a mí mismo", así les amo. Con las propiedades del Universo: eternamente en el tiempo e infinitamente en el espacio. Incondicionalmente. Como es en sí el Amor verdadero. Humanamente.
CAYO VICENTE
Ciudad de México, 04/septiembre/2021

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